miércoles, diciembre 19, 2007

El ciudadano desconocido (W.H. AUDEN)


La oficina de estadísticas comprobó que era
un individuo contra el que no había ninguna queja oficial
y todos los informes sobre su comportamiento aseguran
que, en el sentido moderno, de una palabra anticuada, era un santo,
pues en todo lo que hizo sirvió a la Comunidad Mayor.

Salvo durante la guerra, hasta el día en que se reitró
trabajó en una fábrica y nunca lo echaron,
dejando, en cambio, satisfecho a su empleador, la CÍA de motores "La Cuentera"
pero no era un rompehuelgas ni tenía ideas raras,
pues su sindicato informa que pagabas sus cuotas
(nuestro informe sobre su sindicato demuestra que era lo que correspondía)
Y nuestros investigadores de la Psicología Social comprobaron
que era un tipo popular con sus compañeros de tarea y no desdeñaba un trago.

La prensa está convencida que compraba un diario por día,
las pólizas sacadas a su nombre prueba que estaba asegurado de pies a cabeza
y su tarjeta de salud muestra que una vez estuvo en el hospital, pero salió curado.

Tanto la encuesta de los productores como nivel de vida declaran
que entendía perfectamente las ventajas del Mercado a Plazos.
Y tenía todo lo necesario para el hombre moderno:
un tocadiscos, una radio, un auto y un refrigerador.

Nuestros investigadpores de la opinión pública dan por sentado
que sostenía las opiniones apropiadas para cada época:
Cuando había paz, estaba por la paz; cuando había guerra, allí iba.

Estaba casado y añadió cinco niños a la población,
lo cual según nuestro eugenista, era el número adecuado para un padre de su generación
y nuestros informes señalan que nunca se metió en la educación de los chicos.

¿ERA LIBRE? ¿ERA FELIZ? PREGUNTAS ABSURDAS:

SI ALGO HUBIERA ANDADO MAL, SIN DUDA LO HUBIÉRAMOS SABIDO.

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