martes, diciembre 25, 2007

Perdiendo el Tiempo...

Adoro perder el tiempo escuchando su tic tac acelerado como quien da pasitos cortos y veloces atrasado a algún lugar...

Adoro girar sus perillitas para asegurar un despertar garantizado al son del choque del palillo metálico contra las campanillas...

Adoro contemplarlo porque me hace retroceder psicológicamente en el tiempo y recordar a mis abuelos y con ello el olor a leche de vaca por las mañanas, los pancitos chiquititos que compraba el abuelo para los nietos pequeños, el cuadrito con flores de colores que hizo mi abuela a crochet colgado en la pared al lado de la mesa que cada verano se alargaba más con la llegada de todos los hijos, siempre con alguna miga de pan encima.

El tablero de damas gigante que parecía el piso del que ahora es el comedor; donde se estrelló y lloré mi ocarina y donde después lloré a mi abuela muerta.

Las paredes, su papel ocre y sus adornos de bronce tan brillosos como las campanillas de este reloj...

La ventana grande donde siempre nos retaron por jugar en ella, la puerta grande que daba al pasillo rojo por donde los zapatitos de charol y los calcetines con blonditas míos y de la Yasna corrían con las tizas que el abuelo sacaba de una especie de "casillero secreto" que seguramente era el medidor de la luz o algo así...

Esa puerta grande y media apolillada que sólo se abría en ocasiones de grandes jolgorios

como la Navidad

como el Año Nuevo

Cuando todos llegaban a saludar a Doña Raquel y a Don Hugo, cuando mi mamá me vestía con vestiditos con florcitas y mis moños perfectitos caían con rizos esponjosos y elásticos...

Ese fue mi regalo de navidad para mi mamá: la hija de mis abuelos...

increíble que existan objetos que puedan desencadenar tal cadena de recuerdos...

domingo, diciembre 23, 2007

Colores


Me gustan los colores...
Me gusta mezclarlos y hacer un arcoiris con cosas: con flores, con frutas en una fuente, con verduras en un plato de fondo blanco, con témperas en mis palmas y en las palmitas de mis pequeños incondicionales cuando pintamos cualquier cosa menos lo que tenemos que pintar, me gusta verlos mezclados y cobrando aromas en la feria...

Ahora me gustan las flores, ahora compro flores en la feria cuando paso y me las llevo a la casa con una sonrisa de oreja a oreja.

Me gusta plantar porotos y lentejas con mis niños, en algodones suaves y en vasitos transparentes, por el puro gusto de ver cómo crece otra vida y cómo se iluminan sus caritas frente a esa "magia" como si yo fuese la que genera eso tan increíble!

Me gusta la jardinería por primera vez en mi vida... aunque no sé nada de ello...quisiera sumergir mis manos en la tierra de hoja y quisiera sentir cómo cambia el aroma de la tierra cuando se pone en contacto con la lluvia...

Me gustan los tulipanes
pero como todo lo hermoso, duran poco y al más mínimo error en su manejo se marchitan,

Nunca he sabido qué es mejor
si disfrutar de la felicidad efímera e intensamente con cada detalle de ella, aún cuando su ausencia traiga añoranza y algún grado de ansiedad...


o nunca haber sentido nada, pero permanecer estable...


por los siglos


de los siglos,


de los siglos,


de los siglos...............................................

miércoles, diciembre 19, 2007

El ciudadano desconocido (W.H. AUDEN)


La oficina de estadísticas comprobó que era
un individuo contra el que no había ninguna queja oficial
y todos los informes sobre su comportamiento aseguran
que, en el sentido moderno, de una palabra anticuada, era un santo,
pues en todo lo que hizo sirvió a la Comunidad Mayor.

Salvo durante la guerra, hasta el día en que se reitró
trabajó en una fábrica y nunca lo echaron,
dejando, en cambio, satisfecho a su empleador, la CÍA de motores "La Cuentera"
pero no era un rompehuelgas ni tenía ideas raras,
pues su sindicato informa que pagabas sus cuotas
(nuestro informe sobre su sindicato demuestra que era lo que correspondía)
Y nuestros investigadores de la Psicología Social comprobaron
que era un tipo popular con sus compañeros de tarea y no desdeñaba un trago.

La prensa está convencida que compraba un diario por día,
las pólizas sacadas a su nombre prueba que estaba asegurado de pies a cabeza
y su tarjeta de salud muestra que una vez estuvo en el hospital, pero salió curado.

Tanto la encuesta de los productores como nivel de vida declaran
que entendía perfectamente las ventajas del Mercado a Plazos.
Y tenía todo lo necesario para el hombre moderno:
un tocadiscos, una radio, un auto y un refrigerador.

Nuestros investigadpores de la opinión pública dan por sentado
que sostenía las opiniones apropiadas para cada época:
Cuando había paz, estaba por la paz; cuando había guerra, allí iba.

Estaba casado y añadió cinco niños a la población,
lo cual según nuestro eugenista, era el número adecuado para un padre de su generación
y nuestros informes señalan que nunca se metió en la educación de los chicos.

¿ERA LIBRE? ¿ERA FELIZ? PREGUNTAS ABSURDAS:

SI ALGO HUBIERA ANDADO MAL, SIN DUDA LO HUBIÉRAMOS SABIDO.

martes, diciembre 11, 2007

Hay amores (Shakira)

Ay! mi piel, que no haría yo por ti
por tenerte un segundo, alejados del mundo
y cerquita de mí


Ay! mi piel, como el río Magdalena
que se funde en la arena del mar,
quiero fundirme yo en tí.


Hay amores que se vuelven resistentes a los daños,
como el vino que mejora con los años,
así crece lo que siento yo por ti.


Hay amores que se esperan al invierno y florecen
y en las noches del otoño reverdecen
tal como el amor que siento yo por ti.

Ay! mi piel, no te olvides del mar
Que en las noches me ha visto llorar
tantos recuerdos de ti


Ay! mi piel, no te olvides del día
que se paró en tu vida,
de la pobre vida que me tocó vivir.


Hay amores que se vuelven resistentes a los años
como el vino que mejora con los años
así crece lo que siento yo por ti.


Hay
amores que parece que se acaban y florecen
y en las noches del otoño reverdecen
tal como el amor que siento yo por ti
yo por ti…por ti…como el amor que siento yo por ti.

domingo, noviembre 25, 2007

Sin miedo a mirar(se)...(te)

Es hermoso perderse en la mirada del otro.

Poder mirar sin miedo de exponer a través de ellos lo que uno es.

Poder mirar con reciprocidad, con complicidad y confianza.

Mirar el mundo desde ventanas de almas ajenas

Acurrucarse en iris claras, sin cortinas.

Quedarse hasta que la dilatación de las pupilas nos den noción de la llegada del amanecer...

Tengo un hermoso recuerdo de una mirada que ahora no existe…

De una ventana que se llenó de cortinas por miedo a que otro descubriera cosas que ni siquiera esa persona sabía que existían allí...

Por miedo a vincularse. Por miedo a compartirse conmigo. Por miedo a ser parte de mí y por miedo a que yo también fuera parte suya. Por miedo a correr el riesgo, a perder el control y a entregarse sin miedo a fracasar.

Esa ventana puso unas cortinas gruesas para todos desde el momento en que supo que era capaz de encontrar algo hermoso, pero francamente desconocido para sí.

A todos los pudo engañar, menos a mí

A todos los puede seguir engañando manteniendo sus cortinas bien cerradas.

Pero cuando yo miro se asoma a fisgonear entre ellas y se vuelve a esconder.

Yo sonrío. Porque sé que las cortinas no logran desaparecer eso que sigue allí atrás, que existe y está, porque lo siento. Simplemente aprendí a creer, a palpar en el aire, a fiarme de lo que alcancé a ver antes para predecir lo que hay ahora y lo que seguirá mientras esas cortinas decidan quedarse allí.

Confieso que he extrañado la mirada limpia de antaño...Que cargaba con menos cortinas y traía más luz a su vida y a la vida de otros...

Confieso que he sentido tristeza por presenciar cómo esa mirada se perdió en su autonegación y hasta la fecha ha oscilado sin entender que no existe un punto de no retorno.

Yo, al menos, he conservado la dulzura, porque la he vuelto a sentir con mis pequeños incondicionales y sólo ellos me convencen de conservarla y de tener fe de que alguien logrará redescubrirla y suavizarla para aprender a amar de otras formas y a otras personas con la misma intensidad y seguridad que los amo a ellos. Creando vínculos, alimentándolos y cuidándolos, queriéndolos, perteneciéndoles, jactándome de ellos.

El miedo sólo ha logrado poner visillos que se colocan sólo en ciertas ocasiones. Mi mirada todavía no está totalmente perdida y ese descubrimiento que he hecho muy recientemente, es bueno.

He aprendido a seleccionar con quienes puedo tener esa confianza de abandonar la mirada en el cansancio, de tomarme la libertad de seducir en la conspiración dual de la atracción inevitable que provoca lo intenso y lo - a veces - incomprensiblemente fugaz, de sostener sin dubitar la mirada para buscar la verdad, de encontrar la única valentía en medio del miedo para poder

enfrentar

(me)...

(te)...



sábado, noviembre 24, 2007

El rumbo de las micros...

El traslado desde un lugar a otro no es simplemente subirse y ya…

Es todo un ritual cuando se hace cotidiano…

Y es que todos cuando están sobre la micro parecen simulan ser maniquíes de acompañamiento… casi de ambientación…

El viaje en micro es un transporte también hacia el ansiado momento de soledad verdadera, porque finalmente, la soledad no depende de estar con mucha gente o no… el número de gente que te rodea no es ningún indicador o determinante, pues la soledad consiste en sentirse solo y punto.

Y si somos más observadores la mayor parte de la gente preferimos acompañarnos de un buen mp3 que cargamos antes de salir antes que sociabilizar con desconocidos e impredecibles seres humanos. ¡Los objetos inertes han cobrado vida! De un modo figurado, de una forma irónica, pero la han cobrado. El mp3 es quien, sin juzgarte y sin hablar, de un modo muy sutil logra revelarnos con qué pie nos levantamos esa mañana…y nos ponemos una sarta de canciones alegre o de canciones tristonas a fin de llenarnos de energía o de pensar más pelotudeces de las que ya hemos estado pensando.

Y en la tarde, y ya de regreso, ese mp3 puede ir acompañado de una buena simulación de sueño estirando la cabeza un poco hacia atrás, colocándose unos lentes enormes y oscuros para que no vean si en realidad duermes o no, con la música en los oídos y al lado de la ventana si es posible… bien aislada, en la hora quejumbrosa de todo mundo en que estudiantes de colegio, profesores, oficinistas y cuanta gente sube se siente tan cansada como el de al lado…

Creo que es en ese momento preciso en que todos creemos que es imposible que el de al lado tenga más sueño que uno…

Y claro, cuando trabajas con trastornos de la comunicación cuando todo el resto puede hablar sin problemas para resolver sus conflictos en sus trabajos valoras “el don de la palabra”, sólo que el resto de sopencos que van en la micro no saben lo que eso significa. Angel Riviére lo dice bonito… pero a esa hora de la tarde en que batallaste con todos los impasses de la vida, que calmaste angustias y una vez trataste de entender conductas nuevas que aparecen y no entiendes, sólo odias a esa masa y los llamas “sopencos”. ¡Sí! Jaja!

En fin… retomando el viaje en micro he ido haciendo ciertas observaciones a través de esta rutina que ya he tomado por habituación…pequeñas cosas… de esas cosas que nadie se fija en sí mismo que hace…

Siempre subo con el mp3 prendido a todo volumen, con un bolso repleto que no alcanza a cerrar y con algún trozo de tarta que voy desayunando mientras voy al paradero. La micro siempre pasa en el rango de las 10:15 y las 10:20 y casi siempre al lado del señor conductor que a veces no me mira con cara solidaria por portar un pase que acredita que no tengo ningún tipo de acreditación que me dé el dinero suficiente para pagar el pasaje completo, va un señor de ojos verdes… es un señor que siempre se sienta en el mismo lugar y que siempre habla sobre las mismas cosas. Lleva muletas y aunque pareciera que va de paseo, asumo que a algún lugar irá. Cada vez que me subo él me mira… cada vez con cara de tener algo en común conmigo, pero sin cara de jote apestoso, sino por el contrario con actitud de clarividencia…él siempre habla de cotidianeidades, de cosas que en el mundo de los ocupados-estresados se categorizan bajo el criterio de estupideces, como esta que estoy escribiendo ahora, en que evidentemente estoy más relajada… jajaja!

Cuando camino por el pasillo siempre elijo el lado derecho para sentarme (mi derecha, justo en la columna del chofer), entre el rango del primer a tercer puesto, nunca más atrás y nunca a la izquierda…

A la derecha porque a esa hora pega el sol por ese lado y en los primeros puestos porque mis viajes matutinos suelen estar llenos de prisa y ansiedad, lo que me hace pensar estúpidamente, que mientras más adelante todo irá más rápido…pff!

La micro baja y en el hospital naval a esa hora siempre se sube el club del adulto mayor… yo no sé qué pasa, pero muchos abuelitos suben a esa hora como si se hubiesen ido de carrete el día anterior y se estuvieran recién yendo a sus casas (porque debo decir que muchos de ellos vienen con lentes de sol… oh sí!).

Me gusta pensar que vienen de un carrete, porque es un parche bonito (como los de Winnie Pooh que uno les pone a los peques disfrazando una verdad manipulándola y haciéndola más bella). Después de ver como uno de los ancianitos se caía en medio de la calle dolorosamente con su bastoncito y todos corrieron a ayudarlo, empecé a tratar de borrar esa imagen desastrosa de mi mente pensando una tontera de esta envergadura.

La 304 baja hasta el Líder. El Líder es un supermercado, que ahora se hace llamar HIPER. Ahora tienen también HIPER publicidad e HIPER carteles por doquier. Es imposible no ver a las pequeñas rubias y de ojitos claros hacerle publicidad a las esferas de navidad o a la mamá de blusa morada con su lápiz en mano o a Don Francisco que por estas fechas no se pierde ni una. Ahí paramos un buen rato (¿se nota por la descripción verdad?) y luego, avanzamos… la 304 entra luego a San Antonio y empieza a recorrer esos pasajes con mis tiendas frecuentes en aquellos años de Universidad… los centros de internet, la veintiúnica verdulería, la Panadería/Pastelería, el Quinto Botón y sus metros de velcro, la casa de Cumpleaños Lucía y Rhino de los confites.

Y en ese entonces ya debo ir en la mitad de mi camino…

El reloj de la Iglesia San Antonio la mayor de las veces está malo…pero esa situación de NO DISPONIBLE me ha logrado regular y me ha logrado hacer pensar que no porque vea la hora voy a llegar menos atrasada…

Cuando tomamos 1 norte, lo último que veo es el Panamerican y ahí ya sé que debo bajar…

Luego es la misma rutina, sólo en dirección contraria…

Por cierto que en estos trayectos no nos dedicamos a no pensar en nada… por el contrario es la pausa que nos permite organizarnos para el día siguiente, para retomar cuestionamientos que sólo se atolondran y paran de fastidiar con una rutina recargada. En los trayectos también nos dedicamos a mirar el paisaje que nunca vemos, a la gente que pasa y las cosas que hacen. Se han preguntado alguna vez:

¿Cuántas personas vemos desde la micro sin que nos vean?

O ¿Cuántas personas nos ven en la micro y no las vemos por ir pensando tonteras?

O ¿con cuántos hemos tenido esa maravillosa fracción de segundo de verse y saludarse con sonrisas de oreja a oreja antes que el semáforo - siempre odioso y que justo en esos instantes se vuelven de menos de “tres tiempos”- marque el verde y la micro parta?

O ¿Cuántas veces hemos decidido tomar la micro cuando te encuentras con alguien que te provoca sentimientos confusos y que no quieres saludar?


De hecho alguna vez me pasaron todas estas situaciones y ese factor sorpresa a veces me hace mantener los ojos bien abiertos enterándome de todo y es así como he conocido gente que no me conoce, pero que no olvidaré por las cosas que hacían a esa hora de la mañana en la que otros muchos se abocan sólo a trabajar…

Como los que corren por Avenida España,

como las parejas de niñitos que se besan con la efusión propia de la exploración adolescente,

como mis compañeras de Universidad con pololos que nunca supe que existían,

como los niños corriendo detrás de las palomas,

como las pequeñas colinas verdes que hay llegando a caleta abarca y que no dejan de recordarme a los prados de los Teletubbies,

como gente que va a la playa o a los muelles a esa hora y parece disfrutar de ese otro tipo de soledad estática…

Así vivo yo… viéndolo todo desde mi soledad móvil, percepcionando cosas que de seguro a nadie le interesan, pero que conforman el mundo que vivimos tan aceleradamente…

Siempre estoy esperando encontrar nuevas cosas que ver, porque estoy atenta a las cosas que me dicen mis ojos…

Yo no creo en las coincidencias… desde que lo que se hace llamar “coincidencia” se ha reiterado groseramente en mi existencia entendí que éstas no eran tales y que por eso debía poner más atención. Desde el lugar donde estás, desde el paradero de la vida en el que estemos, desde el momento en que decidimos bajar de la micro del terror para tomar nuevos rumbos…

Desde el momento en que por fin determinamos un destino claro…

Desde que el momento en que pides respuestas incesantemente, por muy secas y duras que sean y las recibes mirando por una ventana de micro… desde ese entonces creo en la lectura del universo y sus sucesos.

Tú también deberías creer en eso…

Quizás mirando por la ventana de una micro puedes enterarte de muchas cosas que el fotolog, el blog y los murmullos no pueden contarte…

Sólo con ver la expresión de los rostros, la postura al caminar, la dirección de la mirada, podemos inferir mucho más de lo que vemos aquí…

quizás hay alguien que también desde la calle te está buscando… para encontrarte en aquel semáforo de menos de tres tiempos…

Siempre he pensado que las cosas pasan porque el mundo a pesar de tener muchos ruidos de bocinas, mucho humo, gritos, asaltos, tiene partes de silencio y de soledad que comunican prescindiendo del ruido…

y que tiene groseras coincidencias que sólo tienen una finalidad:

¡Saber para dónde va la micro!

domingo, noviembre 04, 2007

Cuidándote- Bebe


Despacito, cuando tu dormías,
ella te hablaba, te preguntaba, te protegía

Ella prometió darte todo
pero sólo pudo darte lo que tuvo
para tí lo más hermoso era amanecer junto a sus ojos, iluminando el mundo

Pero los pájaros no pueden ser enjaulados,
porque ellos son del cielo, ellos son del aire,
y su amor es demasiado grande para guardarlo

Volaste alrededor de la luna con ella,
le pediste que nunca se fuera,
y ella respondió: Mi amor siempre estará... cuidándote

Y la dejaste volar, y tus ojos lloraron hasta doler,
pero sólo tú sabías que así tenía que ser,
Que así... tenía que ser...

Ella prometió darte todo
pero sólo pudo darte lo que tuvo,
y para tí lo más hermoso era amanecer junto a sus ojos, iluminando el mundo

Pero los pájaros no pueden ser enjaulados,
porque ellos son del cielo, ellos son del aire,
y su amor es demasiado grande para guardarlo

Y la dejaste volar,
y tus ojos lloraron hasta doler,
pero sólo tú sabías que así tenía que ser que así... tenía que ser...

jueves, noviembre 01, 2007

Silencio....


Hay mucho ruido...


y poco silencio...


"Hemos descubierto algo importante: hay muchos recursos, no sólo el habla, para romper o disminuir el silencio comunicativo.



Lo contrario del silencio no es necesariamente el habla.


Podemos regular la conducta de los demás por medio de un gesto, y ese descubriemiento ha cambiado el mundo mucho más de lo que podemos imaginar.

Hay muchos lenguajes y muchos silencios. Silencios más centrales y silencios más periféricos, más o menos sentidos como tales, más vacíos o llenos, más definitivos o transitorios, más ajenos o implicados...


Hay también silencios estruendosos para los demás, pero que no son escuchados ni sentidos por las personas que los sufren..."








"...Podrás sentir la emoción inexpresable con la que se quiebra el silencio..."



Ángel Rivière

viernes, agosto 17, 2007

Caminos de nieve....


.....Cuidado con los pasos que das...

...................en la nieve.........

...........................................................siempre dejan huellas...

:-#

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Muy tarde aprendí a que cuando se camina en nieve, nunca nunca se debe mirar atrás...porque está cada uno de tus pasos marcados tentándote a volver...

¿Por qué siempre esa sensación nostálgica de querer vivir lo que ya pasó?

¿Por qué esa sensación tardía de sentirme "capaz" de enfrentar lo que temía cuando lo que había que enfrentar se fue?

¿Por qué esa sensación de felicidad-tristeza (definida y llamada nostalgia por el mundo real) que viene cuando me doy cuenta que cada día la vida adulta me muestra el velocímetro de 290 y no me deja pasar de los 60?

¿Por qué sentirse interpretada por otros sin poder autointerpretarse?

¿Por qué no darnos cuenta que hay nuevas huellas que dejar y pasos presentes que disfrutar?

¿Por qué insistir en lo no resuelto?

¿Por qué querer cambiar si los espejos siguen indicando quien eres aunque te pintes el pelo fucsia, aunque engordes o cambies de ropa?

¿Por qué querer arrastrar los pies para dejar huellas más perdurables?

¿Cuál es la necesidad de seguir haciendo caminos en la nieve corriendo el riesgo de ser borrados por nuevos copos invernales?

El camino de nieve es intenso… siempre puede ser marcado con vigor y siempre puede desaparecer con copos tiernos, lentos y nuevos como una puerta que se va cerrando lentamente… siempre es posible tener tiempo suficiente para decidir en su silencio... para borrar el camino, para regresar o para hacer nuevo camino al andar…

lunes, agosto 13, 2007

La petit boite de la musique

Hay músiquitas que aparecen cada cierto tiempo en nuestras vidas a rondar y a susurrar al oído como fantasmas...

musiquitas delicadas y cristalinas como el agua que se revuelven en la cabeza y q logran tocar la fibra débil que había estado sorda tanto tiempo con la gruesa capa que trae el trajín de cada día...

Las preguntas son maravillosas... siempre detrás de una hay una respuesta... pero siempre hay q saber encontrarla...y no siempre es la que a uno le conviene encontrar...

Siempre hay un dedo q toca la llaga...y que da cuerda y vuelve a tocar la misma canción

Soy una oruga enredada en mi capullo de seda escondida al final de la cajita...

Soy una cajita musical cerrada que sólo despierta para tocar anestésicas canciones nocturnas archirepetidas...





Soy una pregunta terca que no quiere ser respondida...




Soy una cajita egoísta, pesada y defensiva...





Sin embargo hay veces - cuando logro liberarla- en que quisiera que mi pequeña cancioncilla quisiera ser añorada, amada y conservada...




Porque una música triste suele también ser dulce...


sábado, julio 21, 2007

Metamorfosis

Inexorablemente, inevitablemente la mariposa que había logrado volar volvió a su capullo de oruga temerosa…un proceso de involución progresivo hacia la pérdida y la melancólica decisiva de abandonarse a sí misma habitó entre sus hilos…










Sé desde cuándo, pero no sé hasta cuándo





Sé para qué y por quienes he dejado de hacerlo, pero no sé por qué…







Censuraron el vuelo, censuraron las ganas que tenía de ser libre alguna vez, censuraron mi nobleza de mariposa soñadora y mi canción de cuncuna amarilla no volvió a sonar nunca más con el tonito pueril y esperanzador de volverse maravillosa… se destiñeron los colores de sus alas en las vueltas que el mundo dio conmigo dentro y aunque quisiera vomitarle encima, ahora no me atrevo a decir todo lo que quisiera decir… me quedé con ideas secuestradas por el temor, con frases melancólicas selladas por el prejuicio, con represiones enerradas en una olla a presión…



Pareciera que no me encuentro o pareciera que en reiteradas ocasiones quisiera perderme a propósito… para no tener que enfrentar, para poder decidir que me carga ser lo que soy, por la fragilidad que me confiere esa belleza idiota de no haber sido anestesiada por la vorágine de la rutina y por hacer de esa rutina aburrida para el resto el acto sagrado de cada día…la belleza de la descripción de las aventuras que conforman cada abrazo y cada sonrisa me hace sensatamente estúpida y vulnerable… quisiera, tal vez…autonegarme, quisiera, tal vez, no escuchar a quienes insisten, con cobarde arrepentimiento, en la conservación de esa belleza luego de haberla mutilado y extinguido con su soplo de indiferencia y racionalización.

La oruga hizo florecer sus espinas y sus colores, para reptar en silencio y mimetizada, para enseñar sus espinas blandas como una carátula de lo que quisiera ser y no es… para causar asco y en ocasiones temor… para dar señales de lo que es la confusa mezcla del veneno pérfido y amenazador, que hace sufrir, pero que no mata…

miércoles, marzo 21, 2007

En un abrazo no cabe nada...

A veces siento que hay un mundo que me sobrepasa
A veces siento que lo quiera o no ese mismo mundo también es mío

A veces… siento… cuando no quisiera sentir siempre…

Solo quisiera pensar y olvidarme de que también hay que sentir para poder continuar…

Siempre quise no ser buena, sino la mejor
Al principio quise serlo para jactarme de mí…
Pero luego aprendí que hay mejores formas de jactarse de sí mismo
Cuando estamos siendo mejor para el resto…

Siempre quise abrazar el mundo de esos pequeños niños para cubrirlo y protegerlo
Pero a veces siento frustración
y siento pena porque
Ni estirando los brazos, ni apretando mis manos contra sus espalditas pequeñas
Podría llegar a contener toda esa pena que borbotea de esa pequeña existencia…
Ni aún renunciando a todo lo que soy y lo que tengo
Podría llegar a llenar ese vacío

Fue entonces cuando descubrí
Que hay personas con vacíos que pareciera jamás podremos cu
brir
Ni siendo los mejores ni aún cuando entregamos todo lo que somos o tenemos…
Y que nunca el tiempo es suficiente para una relación de dos…

Y que “todo”

Nunca es suficiente…

Descubrí que existen pequeñas razones para mover grandes dudas del corazón…
Y que existen pequeños corazones que no son capaces de mover grandes razones

Hoy conocí el corazón de un hombre
De una paupérrima vida…
Cuyas monedas escasas tintineaban en su escuálido bolsillo
Cuyos ojos profundos y de o
scura y lustrosa mirada
Me calaron hasta querer renunciar a esa entrevista

Y dejarlo todo porque ya no podía más seguir escuchando esa historia
El dolor ajeno y agudo que causa fragilidad y pequeñez:
¿Quién era yo sino un parásito de la vida?
Yo, que tenía amor todos los d
ías, yo que tenía una cama donde dormir
Yo, que tenía una caricia que recibir y un pan tostado para comer…




A veces… siento… cuando no quisiera sentir siempre…


Nunca había conocido la diferencia
Entre la pobreza y la miseria

Y hoy supe que la primera podía llegar a ser una casualidad del destino
Pero que la segunda es una escoria de elección personal…

Nunca había conocido cuan difícil es tratar de pensar
Cuando sientes el corazón latir en tus propias manos
Que también se vuelven insuficientes para contener el propio desazón…
Cuando la no concordancia mente-corazón se vuelve un desconcierto total…

Hoy no hubo consuelo
No hubo respuestas a mis reiterados por qués
Hoy Dios tampoco estuvo en clases para contestarme

Mi único bálsamo disponible
Fue bajar las escaleras y encontrar a su pequeña

Parada y vestida con ese delantal cuadrillé desaliñado

Con esas dos trenzas negras y con su carita morena y atónita

En un abrazo no cabe nada…

En un abrazo no cabe nada…

lunes, febrero 19, 2007

.........B_u_r_b_u_j_a_s...........


Lo que más me dolió de la conversación de ayer como a eso de las 4 de la mañana...

es que fueras tú quien haya hecho de espejo...

...Tal vez, me había acostumbrado a ver paredes
y me había cansado de encontrar espejos rotos...

Me refregaste en la cara mi Burbuja

Incluso te diste el lujo de contarme cómo la había construido...

me contaste paso a paso cómo la Karina que habías querido tanto

se te había ido de las manos...

Me contaste cómo me había autoexiliado a mi burbuja atemorizada

y cómo me viste llorar sin poder hacer nada

pq yo había hecho una burbuja tan omnipotente y hermética

que no podía escuchar a nadie

porque no quería escuchar razones de nadie...

Y luego me contaste, cómo olvidé el mundo exterior

cómo comencé a crear un mundo paralelo y mío

donde yo controlaba todas las variables... donde todo era perfecto

porque en mi burbuja no había "destinito"

y porque habían ciertas puertas que sólo yo manejaba y otras que tenían candados perpetuos que yo, luego de un suceso, había decidido clausurar...

¡Qué pena me dio cuando me di cuenta de eso!...

Porque no pensé en nadie más que en mí y en mi dolor...

Por eso hoy mi burbuja y yo nos fuimos a caminar toda la tarde por Valparaíso...

Nos fuimos a pensar al puerto y vimos que la burbuja era tan invencible como esos cruceros...

Entramos a las librerías y tomamos en las manos los libros exactos...

Caminamos y caminamos... como siempre era y como nunca nos habíamos querido enterar

...en soledad...